F. Javier Varela Tejedor
Directivo Público
Jubilado
El sector del transporte de viajeros por carretera en Galicia, es clave para la movilidad en esta comunidad autónoma, caracterizada por su geografía dispersa y una población distribuida en numerosos núcleos rurales y urbanos.
Una visión general de la situación actual:
1. Red de carreteras y conectividad: Galicia cuenta con una extensa red de carreteras que incluye autopistas, autovías y carreteras convencionales. Las principales vías, como la AP-9 (Autopista del Atlántico) y la A-6 (Autovía del Noroeste), conectan las ciudades principales (A Coruña, Vigo, Santiago de Compostela, Lugo y Ourense) entre sí y con el resto de España.
No obstante y, a pesar de una cierta mejoría, algunas zonas rurales siguen presentando desafíos en términos de accesibilidad y frecuencia de transporte.
2. Operadores de transporte: El transporte de viajeros por carretera en Galicia está dominado por empresas como MONBUS, ALSA y ARRIVA que ofrecen numerosos, aunque insatisfactorios, servicios regulares de autobús. Existen servicios de transporte interurbano y rural, subvencionados en parte por la Xunta de Galicia y los ayuntamientos para garantizar la movilidad en áreas menos pobladas, singularmente de carácter rural.
Galicia está bien conectada con otras regiones de España a través de servicios de autobús de larga distancia.
3. Demanda y tendencias: La demanda de transporte por carretera en Galicia es elevada, especialmente en rutas interurbanas y entre las principales ciudades. Sin embargo, en zonas rurales, la demanda es menor y más estacional. En buena parte, debido a escasez e inoperatividad de la oferta.
En los últimos años, se ha observado un aumento en la demanda de servicios más flexibles y adaptados a las necesidades de los usuarios, como líneas exprés o servicios a la carta.
4. Impacto del ferrocarril y otros modos de transporte: El transporte por carretera compite con el ferrocarril en rutas como A Coruña-Santiago-Vigo, donde los trenes ofrecen una alternativa rápida y eficiente.
- En áreas rurales, el transporte por carretera sigue siendo la opción principal debido a la muy limitada o inexistente cobertura del ferrocarril.
5. Desafíos actuales:
- Envejecimiento de la flota: La flota existente es, en general, antigua, lo que afecta a la eficiencia y sostenibilidad del servicio.
- Despoblación rural: La continua disminución de la población en áreas rurales dificulta la rentabilidad de algunas rutas, lo que requiere subsidios públicos en aras a mantener unos mínimos principios de igualdad y redistribución socioeconómica.
- Sostenibilidad: Existe una creciente presión de usuarios y administraciones para modernizar la flota con vehículos menos contaminantes. En los últimos años, ha habido un esfuerzo por modernizar la flota de autobuses, incorporando vehículos más eficientes y menos contaminantes, en línea con las políticas públicas de sostenibilidad y reducción de emisiones.
6. Iniciativas y futuro: La Xunta de Galicia ha impulsado planes para mejorar la conectividad y la calidad del transporte, como el Plan de Movilidad de Galicia, que incluye la renovación de flotas y la promoción de transporte sostenible. También se están explorando soluciones innovadoras, como sistemas de transporte a demanda (DRT, Demand-Responsive Transport) en zonas rurales, con no demasiado éxito por el momento.
La situación de las pequeñas empresas de transporte de viajeros en Galicia ha experimentado diversos desafíos en los últimos años. Ya en 2017, las asociaciones y federaciones de empresas del transporte de viajeros en autobús en Galicia expresaron su preocupación por el plan de transporte propuesto por la Xunta, argumentando que podría llevar al cierre de muchas pequeñas empresas, sobre todo en el ámbito rural. En la práctica, se calcula que, desde 2015, han desaparecido al menos un 30% de las pequeñas empresas existentes que, o bien han desaparecido sin más o están en fase “durmiente”.
Para apoyar al sector, la Xunta de Galicia ha implementado diversas iniciativas. En abril de 2023, se convocaron subvenciones destinadas a la modernización de empresas privadas de transporte de viajeros por carretera, en el marco del Plan de recuperación, transformación y resiliencia financiado por la Unión Europea-NextGenerationEU.
Más recientemente, en 2025, la Xunta concedió más de 8 millones de euros en ayudas para la transformación y modernización de flotas de transporte de viajeros y mercancías. Estas ayudas buscan incrementar la eficiencia de las empresas mediante la digitalización, sostenibilidad y la introducción de nuevas tecnologías en el sector.
A pesar de estos apoyos, las pequeñas empresas continúan enfrentando desafíos significativos, incluyendo la competencia, a veces desleal, con grandes operadores y la necesidad de adaptarse a nuevas regulaciones y tecnologías. La Estrategia Gallega de Movilidad propone un modelo que atiende tanto a la población urbana como rural, buscando equilibrar las necesidades de movilidad en toda la comunidad.
En resumen, aunque existen algunos esfuerzos públicos para apoyar y modernizar el sector, las pequeñas empresas de transporte de viajeros en Galicia están obligadas a realizar un gran esfuerzo para adaptarse continuamente, para mantenerse competitivas y sostenibles en un entorno en evolución.
Ello unido a que se han detectado prácticas de colusión que, sin duda, han distorsionado la competencia, singularmente en los últimos procesos de adjudicación de concesiones. Empresas como Monbus y Alsa han sido señaladas por repartirse el mercado de manera,presuntamente, fraudulenta, evitando competir entre ellas en los concursos públicos para la adjudicación de rutas.
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ordenó a la Comisión Galega da Competencia, ante su contumaz inoperancia, iniciar un procedimiento sancionador contra estas empresas por indicios de reparto del mercado. Esta decisión fue respaldada por el Tribunal Supremo, que inadmitió los recursos presentados por la Xunta y las compañías implicadas, haciendo firme la sentencia que constataba una presunta colusión.
En respuesta, la Comisión Galega da Competencia se ha visto obligada a iniciar un expediente sancionador contra Monbus y Alsa para investigar estas prácticas anticompetitivas.
Estas actuaciones han generado gran preocupación en el sector, ya que la colusión entre grandes operadores perjudica notablemente a las pequeñas empresas y distorsiona el mercado, afectando a la calidad y diversidad de los servicios ofrecidos a los usuarios.
03 de febrero de 2025
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