Non pueden presentarse a licitaciones por falta de solvencia tanto técnica como económica.
Sin otra opción que no sea concurrir en UTE con grandes operadoras que non los necesitan, pues por si mismas son capaces de cubrir sobradamente los requisitos de solvencia. De participar en Unión Temporal, son simplemente compañías
innecesarias y prescindibles.
La oferta de integración que realizan es tan agresiva que (a tenor de lo ocurrido en primera y segunda fase de adjudicación del PTPG), llevará a la quiebra de gran mayoría de compañías.
En zonas rurales gran número de familias dependen de estas empresas, y su desaparición supondrá pérdida de puestos de trabajo y pérdida de un servicio esencial.
Consentir la concentración de concesiones de transporte de viajeros en manos de un gran grupo es un error histórico que permite hacer más rígido, aún si cabe, el sistema y permitirá a las grandes corporaciones dotarse de un monopolio,
que progresivamente redundará en peor servicio, y el abandono de líneas y expediciones más deficitarias (Zonas rurales) a favor de las más rentables económicamente (Zonas metropolitanas). Y en resumen, la herramienta perfecta para
avanzar en el ABANDONO RURAL.
Asociación GALIBUS
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